jueves, 6 de noviembre de 2014

La Champions


"¿No queríamos jugar la Champions? Esto es la Champions", dijo Ernesto Valverde en la rueda de prensa posterior al partido contra el Oporto. Preocupantes las palabras del mister rojiblanco, sobre todo si tenemos en cuenta que no suele ser una persona que habitualmente diga bobadas. Que no es Javier Clemente, para entendernos. Justificaría sus palabras si nos hubiera tocado el grupo de Bayern, City y Roma, pero me resultan incomprensibles si tenemos en cuenta los rivales que hemos tenido, más propios del Trofeo Colombino que de la máxima competición europea. La Champions impone, no cabe duda, pero el paso del Athletic por el torneo ha rozado el ridículo. Mal vamos si bajamos los brazos antes de tiempo o si empezamos a insinuar que esta plantilla da lo que da. Centrémonos en la Liga, sin olvidar la Copa, pero es urgente volver a ser un equipo competitivo. Aunque sea como contra el Almería y Sevilla, al más puro estilo Caparrós. Con los buenos resultados volverá la confianza perdida. Y para ello es imprescindible que el entrenador vuelva a creer en sus jugadores. De lo contrario, apaga y vámonos.

El equipo del presidente


Tengo otro blog en el que hablo de la vida, mis anhelos y desencantos, y de la gente que me rodea. Sobre "Lasa eta Zabala" escribí que era una película más de productor que de director. Con el Athletic actual pasa algo parecido. Se deja ver más el sello de Josu Urrutia que de Ernesto Valverde. Desde la llegada del ex-capitán rojiblanco a la presidencia del club, la plantilla ha visto mermado su potencial temporada tras temporada, quedando en el camino jugadores vitales para un club de cantera, nombres de la importancia de Llorente, Amorebieta, Javi Martínez y Herrera. Por no hablar de los que podían haber llegado a reforzar una de las plantillas más ilusionantes de las últimas décadas: Raúl García, Monreal, Arteta o Azpilicueta. El club que lidera Josu Urrutia optó por fichajes de medio pelo, de jugadores intrascendentes, más propios de clubs sin tradición que de una entidad centenaria como es el Athletic. En el campo se nota la falta de referentes, de jugadores que se echen el equipo a la espalda cuando fallan las fuerzas y flojean las ideas. Solo Aduriz  parece estar a la altura, por lo que su ausencia pesa como una losa en el previsible juego rojiblanco. Ayer, ante el Oporto, comprobamos que el nerviosismo ha llegado también al banquillo. Un dato preocupante, si tenemos en cuenta que la actitud del entrenador ha sido determinante a la hora de dotar de competitividad a la plantilla, de airear las virtudes de los jugadores y esconder sus carencias. La alineación inicial ante el equipo portugués fue impropia de un entrenador de su experiencia. Si Ernesto Valverde duda, apaga y vámonos.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Ernesto Valverde



Ya estamos clasificados para la previa de la Champions, lo que significa, según los expertos, que tenemos grandes posibilidades de jugar el año que viene la Liga de Campeones. Un gran éxito de Ernesto Valverde, un entrenador que ha sabido mezclar con sabiduría las mayores virtudes de sus antecesores: la seriedad y la seguridad defensiva de Joaquín Caparrós y la ambición -la famosa locura-  de Marcelo Bielsa. El peligro, como ya ocurriera hace dos temporadas, es que los jugadores más destacados vuelven a estar en el escaparate al que miran los equipos más poderosos de Europa. Intentar mantener el bloque, sin tirar la casa por la ventana, es el reto al que ahora se enfrenta Josu Urrutia. Se habla de Laporte y vuelve a sonar el nombre de Ander Herrera. Lo que parece evidente es que si algún equipo aparece con el talonario poco se puede hacer, caso de Javi Martínez o Herrera. Ahora lo importante es que la afición no se vuelva excesivamente exigente, algo que ya ocurrió en la anterior etapa de Txingurri al frente del equipo rojiblanco. Hay que disfrutar de la situación actual y seguir apoyando al entrenador y al equipo si los resultados no acompañan. Es casi imposible que el Athletic pueda rendir a tope en tres competiciones tan duras como Liga, Copa y Champions. No olvidemos que somos el Athletic. En lo bueno y en lo regular...

viernes, 4 de abril de 2014

Añoranza


Como os decía ayer, ir a San Mamés me da pereza. Lo peor es cuando decido quedarme en casa y me aparece Manolo Sarabia de comentarista. Mala suerte, creo que se llama. A veces me pregunto si lo que no me gusta es la tranquilidad que vive el club en todos sus estamentos. En lo deportivo, ninguna queja. Ernesto Valverde ha formado un equipo fiable, ofensivo, que nunca se rinde. Además, el mister es un tipo sensato al que nada se le puede reprochar. En el tema institucional, hacía mucho que no se vivía una etapa tan tranquila, sin los sobresaltos de los últimos dos años. Y yo, insatisfecho. ¡Vaya vida!

jueves, 3 de abril de 2014

Hinchas


Me preguntan con frecuencia si no voy a volver a escribir. Me da pereza, suelo responder. Y es que, no quiero engañar a nadie, este Athletic me aburre. Lo siento, me gustaría poder decir que voy a San Mamés encantado de la vida y esas cosas. Pero no, voy porque el carné me ha costado una pasta y me duele quedarme en casa. La realidad es que desde hace tiempo disfruto más de los partidos por televisión que en el campo. La gente, los hinchas, aunque sean de mi mismo equipo, me dan grima. Me resulta un tormento tener que oír tanta sandez, tantas frases hechas, por no hablar de la fanfarronería tan característica de la parroquia rojiblanca. Mi cerebro no da más de sí. Ya sé que el problema lo tengo yo, que los hinchas del Athletic son los mejores del mundo, los más altos y los más guapos. Me alegro de que los buenos resultados hagan posible que miles de bizkainos puedan viajar por Europa la próxima temporada. ¡Qué descanso para los que nos quedamos!

Los únicos aficionados del Athletic que soporto son los de la Grada Iñigo Cabacas. Tienen la excusa de la juventud...

martes, 18 de febrero de 2014

Pesados

No tengo ganas de nada y menos de escribir, pero es que hay que decirlo: Josu Urrutia, ya sabemos como salir en orden de San Mamés. Por favor, dejad ya de darnos el coñazo partido tras partido, ante de empezar, en el descanso, sobre por qué calles tenemos que salir al finalizar el encuentro. Que somos siempre los mismos...

jueves, 6 de febrero de 2014

La roja a Cristiano

Yo no le hubiera sacado la roja a Cristiano Ronaldo en San Mamés. Hubiera sacado tres amarillas -al portugués, a Gurpegui e Iturraspe- y zanjada la cuestión. Cristiano protesta al árbitro por una presunta falta previa a Arbeloa. Gurpegui se lo recrimina y se enzarzan: dos amarillas. Y luego se une a la trifulca Iturraspe. Los dos le buscan al chavalote de Madeira. Y, como es lógico, le encuentran. Pero no puedes joder un partido por esas tonterías. El fútbol es algo muy serio como para dejarlo en manos de algunos árbitros y de la mayoría de las hinchadas. Ahora bien, circula por las redes sociales, y algún medio de Bilbao y Cataluña se ha hecho eco de la noticia, unas imágenes inéditas hasta la fecha del partido en las que se ve como Cristiano pisa de forma intencionada a Mikel Rico. Y ese hecho si es digno de castigo, bien amarilla e incluso roja. Por lo tanto, Ronaldo, me retracto de lo dicho al comienzo, estuvo bien expulsado. "¡Que se joda!", que diría un forofogoitia de pro.