Para siempre

El proyecto de Bielsa tiene que salir bien sí o sí. Nos jugamos mucho en ello. Sin ir más lejos, alejarnos del patapún parriba tan característico durante muchos años y tan ligado a la idiosincrasia del Athletic a lo largo de su historia. Parecía que estaba en su ADN. El otro día leí un artículo de Santiago Segurola en el que venía a decir que con Bielsa el Athletic ha recuperado las esencias que le hicieron grande y único. También comentaba que la propuesta futbolística del técnico argentino podía resultar excesiva para las cualidades de algunos de los componentes de la plantilla. En lo segundo, estoy de acuerdo. En lo primero, discrepo de su opinión. La última vez que el Athletic fue grande lo entrenaba un tal Javier Clemente, ideólogo del resultadismo por encima de todas las cosas. Por lo que creo que si el fútbol total que preconiza Bielsa ha cautivado al aficionado rojiblanco es por lo que tiene de novedoso por estas tierras.  Cuando deportivamente ha funcionado bien el equipo en los últimos años ha sido cuando San Mamés era inexpugnable y fuera jugaba a no perder. Ahora la consigna es salir a ganar, en San Mamés o en el Santiago Bernabéu. Yo, que soy socio desde hace treinta años y voy a San Mamés desde hace cuarenta, nunca había visto nada parecido. Igual en la época de los Gainza, Panizo y compañía, o antes, ocurrió algo semejante. No lo he visto y no puedo opinar. Sólo deseo que la filososfía futbolística del Loco de Rosario haya venido para quedarse entre nosotros. Para siempre.