Dentro de menos de tres horas sabremos si el Athletic ha dado un paso más hacía una nueva final de Copa. Un partido con el Mallorca y dos con el Mirandés nos separan del partido soñado todos los años por la hinchada rojiblanca. El jugador que mejor simboliza al Athletic campeón de Copa es Agustin Piru Gaínza ((Basauri, 28 de mayo de 1922 - Basauri, 6 de enero de 1995), el gran capitán. Como recuerdo y homenaje al Gamo de Dublín publicamos la semblanza que con motivo de su muerte escribió sobre él el periodista Patxo Unzueta en El País: "UN GAMO DE MIRADA ZURDA".
"La gran trinidad del Athletic de Bilbao -Pichichi, Gainza e Iribar- perdió ayer su segundo vértice. Agustín Piru Gaínza, el legendario extremo izquierda del Athletic de las décadas de los 40 y 50, falleció ayer en Basauri a los 72 años. Una época del fútbol español estuvo marcada por aquella delantera inolvidable: Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gainza. Fueron los años de la postguerra y las Copas del Athletic. Para siempre quedará en la memoria el perfil aleonado de Gainza, con la Copa en alto, alzado sobre sus compañeros. En ese rostro se metamorfóseaba el espíritu del equipo; en su mirada se adivinaba el rasgó astuto y burlón de los mejores extremos izquierda del mundo. Uno de ellos fue Piru Gainza.
Ha muerto Agustín Gainza, el zurdo por antonomasia. No sólo porque tenía tonta la diestra, según juraba, sino porque hasta su mirada torcida era de zurdo. Acostumbrado a bordear los límites del campo por la banda izquierda, y a mirar desde allí como de soslayo, la suya era una mirada de postguerra: a la vez irónica y desconfiada. Nacido en Basauri, Vizcaya, a comienzos de los años 20, Piru Gainza trabajaba como pinche en la Basconia, la principal fábrica de este pueblo metalúrgico, cuando, recien acabada la guerra civil, fue fichado por el Athletic. Aunque el fútbol no era lo que más le interesaba, aceptó firmar porque le prometieron que a cambio le pasarían a aprendiz de tornero, Quienes le conocieron por entonces hablan de su destreza con la peonza (llamada trompa en Vizcaya), de su puntería para cazar ranas a pedradas, de su agilidad como portero: la destreza del zurdo. Por serlo, fue trasladado de la portería a la banda izquierda.
No salió de ella en 20 años. El Athletic fue su único club, entre el 38 y el 58. Ganó ligas y copas, sobre todo copas, algunas de las cuales las de 1955, 1956 y 1958, recogió como capitán. Lo fue tras la retirada de Panizo, con el que formó el ala izquierda de más calidad de las que han pasado por San Mamés. Tan sólo la formada por Rojo y Clemente en los últimos años 60 pudo habérsele acercado de no mediar la lesión que retiró al segundo con menos de 20 años.
Tras el fallecimiento, hace escasas semanas, del otro interior, Venancio, de la delantera rojiblanca de los años 40 y 50 ya sólo quedan Iriondo y Zarra. Los nombres de los cinco eran recitados por los niños de la postguerra tan de carrerilla, como el padrenuestro. Ellos fueron nuestros primeros héroes, y ya entonces la psicología de la gente se conocía por su identificación preferente con uno u otro de sus componentes. Los resolutivos, admiraban a Zarra, los constantes a Venancio, los elegantes a Panizo, los sensatos a Rafa Iriondo. Y los chavales de barrio, diestros o zurdos, a Piru Gainza.
Su retirada, cumplidos ya los 36, fue un drama para esos chavales que pensaban ingenuamente que los héroes son perennes. Fue 33 veces internacional, y en una de ellas un periodista le bautizó como el gamo de Dublín. Así quedó para la historia, aunque no era su carrera la de ese o cualquier otro rumiante; sino la del gato de tejado que se desliza y es centrador más que goleador, a diferencia de su antecesor en la banda, Guillermo Gorostiza, suyo es sin embargo el récord de goles marcados en partido oficial: los ocho que le coló al portero del Celta en una eliminatoria de copa, en 1947. Su gol más espectacular se lo marcó al Tarragona, en un partido jugado en San Mamés el,1 de mayo de 1949 y que finalizó con victoria del Athletic por 3-0. Así me lo contó en una entrevista que le hice en 1982: "Cogí la pelota en el centro del campo, corrí la banda, regateé a tres o cuatro, me fui hasta el palo, hice como que iba a centrar retrasado, amagando con la zurda. El portero salió un poco a cubrir huecos, y yo me colé con el balón en la portería, agarrándome al poste para girar mejor. Eso fue todo".
Ayer se acostó para echar una siesta antes de comer, y lo encontraron sin vida. Agur, Piru".
Aparte de acostarse para echar la siesta, no dudo que también se acostó con alguien a echar la siesta en La Palanca...Mítico lugar, por el que tambien, estoy convencido de ello, pasaron plantillas completas del Athletic....
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