Ayer tuve la suerte de presenciar un extraordinario partido de fútbol -Betis-Real Madrid- y la desgracia de escuchar algunos comentarios y ver algunas imágenes. Los comentaristas de La Sexta son de juzgado de guardia. Parecía como si Santiago Bernabéu y Juanito, con el apoyo de Ochaita, el líder de los Ultra Sur, fueran los encargados de contarnos lo que pasaba en el campo. Peor fue lo de Jose Mourinho. Vimos su comportamiento de mafioso de cuarta división cuando envió a sus esbirros Chendo y Karanka a hostigar, por una presunta mano en el primer gol bético, al cuarto árbitro y al linier. Sembrar para recoger. Y bien que recogió despues, sobre todo al final del partido, cuando el árbitro no se atrevió a pitar un penalti en contra del Real Madrid que todo el mundo vió. Además, el colegiado en el segundo tiempo fue el cuarto árbitro, por la lesión de Iturralde González. Se estaría imaginando a Morinho esperándole en el parking y se dijo, quita, quita...
Lo peor de todo es que la actitud ruin del entrenador portugués será ensalzada hoy por los periódicos deportivos de Madrid. Seguro que le calificarán de gran estratega. ¡Vaya tropa!
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