lunes, 6 de agosto de 2012
El Athletic
Todos queremos lo mejor para el Athletic. El presidente y la directiva, el cuerpo técnico, los jugadores y los aficionados. Los que silban a Fernando Llorente y los que le aplauden. El objetivo es el mismo aunque no todos actuemos de la misma manera. Yo, por ejemplo, no entiendo a los que silban a un jugador del Athletic, en este caso Fernando Llorente. En las redes sociales, algunos aprovechan el río revuelto para insultar y calumniar al delantero rojiblanco. Utilizan todo tipo de lindezas para descalificarle, le dedican todo tipo de improperios, poniendo en cuestión de forma reiterada su amor al club. Parece que olvidan que llegó con 11 años y que lleva ya 16 en Lezama. Y dicen que su actitud beligerante se debe únicamente a que el Pitxitxi del Athletic pide mucho para firmar el que será con toda probabilidad su último contrato. No dicen nada de casos semejantes, como el de Fernando Amorebieta, que no acepta casi ¡2 millones de euros! por renovar, lo que le convertiría en uno de los defensas mejor pagados del mundo. Y, como Llorente, termina contrato el año que viene. Después de una de las temporadas más ilusionantes de los últimos años, parece que algunos disfrutan viendo como la institución se desangra por cuestiones extradeportivas. Unas veces es el tema Llorente, otros, la política de comunicación del club. La realidad es que nunca estamos contentos. Nos autoproclamamos como una afición especial, orgullosos de pertenecer a un club único, y nos comportamos como aquellos que más denostamos. La pasado temporada tuvimos la suerte de coincidir en una de las eliminatorias de la Europa League con el Schalke alemán. Su afición nos dió una lección de comportamiento en los momentos amargos, animando en todo momento a sus jugadores a pesar de la derrota. Desde este humilde rincón rojiblanco, pido a los indignados rojiblancos que antes de pitar e insultar a un jugador rojiblanco se lo piensen. Nos silban e insultan a todos.
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Llorente, pesetero; Rompecascos, lameculos
ResponderEliminarNo somos una afición especial. Y para muestra, la entrada anterior.
EliminarYa verá lo que va a jugar. Que se marche y sepa lo que es jugar con presión y tener los huevos de corbata al pasear por la calle porque no rinde como debe hacerlo. Aquí se le ha permitido demasiado, se le ha hecho jugador y ahora se larga como un maldito traidor y mercenario. Que se vaya con su puta roja ( campeón del Mundo y de Europa jugando media hora)al segundo rescate de Hispanistán.
ResponderEliminarOtro que ha tenido suerte en la vida porque de haber seguido en su pueblo o picolo o a destripar terrones. El típico nuevo rico que antes de ser futbolista no tenía ni puta idea de la propiedad.
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