Normalidad

Seguimos sin hablar de "la vieja", como llama Alfredo Di Stefano a la pelota, y continuamos con la matraca de Fernando Llorente. Ya sabéis que yo era partidario de vender al jugador y pasar página. El motivo, evitar el ruido mediático y la división de la afición ante un tema que mal resuelto podría convulsionar un club como el Athletic, una institución poco acostumbrada a convivir con situaciones extremas. La realidad es que Fernando Llorente continúa y que es probable que este jueves se vuelva a encontrar en San Mamés con una afición dividida ante su decisión de marcharse de Bilbao. Yo tengo claro que, mientras sea jugador del Athletic, animaré al delantero rojiblanco, actitud que me gustaría compartiera el resto de la afición de San Mamés. Josu Urrutia y su directiva han dejado clara su postura y a los socios y simpatizantes nos toca demostrar una grandeza que, en mi opinión, no han demostrado en este tema ni el jugador ni los responsables del club. Es facil culpar únicamente a Fernando Llorente, pero sería injusto. Al final parece claro que, después de un intento de presionar al club para sacar más dinero, el motivo de su renuncia es su incompatibilidad con Josu Urrutia y su directiva. O de como éstos han gestionado la negociación de su renovación, con filtraciones interesadas que ponían en entredicho al jugador. No sé quién tiene razón, lo que si creo es que hay más de un culpable de que hayamos llegado a esta situación. Por el bien del Athletic, espero que todo transcurra con normalidad.