El banquillo

A mi me gusta la política de comunicación del Athletic. Hay momentos en los que se agradecería un poco más de información, lo que ocurre es que ese déficit en unos casos es mano de santo en otros. Y compensa. Me refiero al momento actual, cuando todo son elucubraciones sobre el entrenador se agradece el silencio de la entidad rojiblanca. En ese aspecto, en el tema banquillo, mi confianza es total en Josu Urrutia. Si sigue Marcelo Bielsa -que es lo que a mi me gustaría-, bien. Si el de Rosario se vuelve a casa y sube al primer equipo Ziganda, pues bien también. Y si viene uno nuevo, lo mismo. Sea Valverde u otro. Mi idea al respecto es clara: un proyecto deportivo a largo plazo, con Marcelo Bielsa el mayor tiempo posible, y teniendo claro que su sustituto está en el club, es decir, Cuco Ziganda. Y dejémonos de tonterías. Los problemas de este año tienen nombres y apellidos. Todos sabemos quiénes son los culpables de una temporada aciaga, perdida. Lo que habrá que hacer es sacar las conclusiones oportunas, aprender de la experiencia vivida e intentar sentar las bases que aseguren la continuidad del Athletic en la élite del fútbol. Y otra cosa, no entiendo la indiganción de algunos ante el partido del sábado ante el Mallorca. Se ganó, que era lo único que importaba. Me parece lógico el nerviosismo rojiblanco, lo mismo que el esfuerzo titánico de los jugadores del Mallorca. Había mucho en juego y esa incertidumbre se reflejó en el campo. Y no olvidemos que el equipo que dirige Garegorio Manzano cuenta con un superdotado en esto del fútbol, un tal Giovanni, que fue el responsable de que el partido no acabara con un resultado más holgado a favor del Athletic. Menos quejarse y más apoyar al club cuando lo necesita. A veces da grima ir a San Mamés.