Los que tenemos cierta edad, y acostumbramos a ver los partidos y no solo a opinar sobre ellos, flipamos cuando vemos jugar a este Athletic fuera de San Mamés. En muy pocas ocasiones a lo largo de las últimas décadas, el juego de los rojiblancos ha sido tan convincente como el desplegado por el equipo de Bielsa en las últimas jornadas. No olvido que no consigue rematar los partidos, pero tampoco debemos obviar que todos los equipos tienen un killer -o varios- que solucionan por la vía rápida los partidos. Y nosostros carecemos de ese jugador, una labor que otras temporadas racayó en Fernando Llorente. Con el paso de la competición ha quedado claro que Aritz Aduriz no es ese cazagoles que todo equipo necesita. Lo demostró el viernes en Vigo, donde también dejó patente con el pase en el gol de De Marcos que es un excelente futbolista. Parece evidente que el problema de este Athletic no es el entrenador, -para mi, al contrario, es una suerte contar con los servicios de Marcelo Bielsa- sino la falta de un jugador resolutivo que finalice la cantidad de ocasiones de gol que disponen los rojiblancos todas las jornadas. Tanto hablar durante la temporada de los problemas en defensa y resulta que no metemos un gol ni por equivocación. En resumen, el Athletic es uno de los equipos que mejor fútbol realiza en esta Liga y para muestra lo contentos que se quedan los rivales con un empate. Saben, aunque la clasificación diga lo contario, que juegan contra un grande.
lunes, 6 de mayo de 2013
Un grande
Los que tenemos cierta edad, y acostumbramos a ver los partidos y no solo a opinar sobre ellos, flipamos cuando vemos jugar a este Athletic fuera de San Mamés. En muy pocas ocasiones a lo largo de las últimas décadas, el juego de los rojiblancos ha sido tan convincente como el desplegado por el equipo de Bielsa en las últimas jornadas. No olvido que no consigue rematar los partidos, pero tampoco debemos obviar que todos los equipos tienen un killer -o varios- que solucionan por la vía rápida los partidos. Y nosostros carecemos de ese jugador, una labor que otras temporadas racayó en Fernando Llorente. Con el paso de la competición ha quedado claro que Aritz Aduriz no es ese cazagoles que todo equipo necesita. Lo demostró el viernes en Vigo, donde también dejó patente con el pase en el gol de De Marcos que es un excelente futbolista. Parece evidente que el problema de este Athletic no es el entrenador, -para mi, al contrario, es una suerte contar con los servicios de Marcelo Bielsa- sino la falta de un jugador resolutivo que finalice la cantidad de ocasiones de gol que disponen los rojiblancos todas las jornadas. Tanto hablar durante la temporada de los problemas en defensa y resulta que no metemos un gol ni por equivocación. En resumen, el Athletic es uno de los equipos que mejor fútbol realiza en esta Liga y para muestra lo contentos que se quedan los rivales con un empate. Saben, aunque la clasificación diga lo contario, que juegan contra un grande.
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Todavía recuerdo la que montaron nuestros periodistas locales y muchos aficionados cuando se vendió a Aduriz. Habíamos pagado 6 millones por Zubiaurre y había que hacer caja. Pero ni por esas. La apuesta por Llorente no solo salió bien. Salió estupendamente, pero no era lo mismo. Llorente era frío, fallaba montones de goles, jugaba con la roja... Ahora parece que
ResponderEliminarAduriz falla, pero bueno... es Aritz. Todos contentos.
Totalmente de acuerdo, pero menos mal que tenemos a Aduriz. El Athletic ha sabido sobreponerse a un sinfin de calamidades desde la pretemporada. El equipo está dando su mejor versión en el último tramo de la Liga. Ahora solo queda ganar al Mallorca y empezar a pensar en la nueva campaña. Que esperemos sea más tranquila que la actual. Normalidad que como es lógico repercutirá positivamente en el juego del equipo.
EliminarNo hace falta recordar lo pasado hace 4 años. Hace 2 semanas Llorente jugó en Coruña y marcó. Al día siguiente 3 artículos en la prensa de Bilbao calificaban esta decisión de "estrambótica" e "injusta" por ser Aritz "el mejor jugador de plantilla". El año que viene algunos serán, por fin, felices.
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