Desde niño acudo con regularidad a San Mamés. Hubo una época en la que veía los partidos del Athletic y del Bilbao Athletic, los del Basconia, BEA, Firestone o Indartsu. Vivía, vivíamos, para el fútbol. En ningún momento de estos años me he preocupado en ir más allá de pasarlo bien viendo fútbol. Quiero decir que nunca me han preocupado los sistemas, el marcaje al hombre o en zona, y todas esas zarandajas tan de moda. Yo solo quería divertirme. Y a lo largo del tiempo lo he conseguido independientemente de cuestiones tácticas. Es decir, me lo he pasado fenomenal con el Athletic de Javier Clemente y con el de Marcelo Bielsa. Sin ir más lejos, disfruté mucho con varios partidos del Athletic de Joaquín Caparrós. Y lo que me preocupa esta temporada es que igual no me lo voy a pasar bien. En el caso del Athletic, me refiero. Por ejemplo, ayer disfruté como hacia tiempo que no lo hacía con el arrollador fútbol del Bayern de Pep Guardiola, ante un City perplejo e impotente ante lo que le venía encima. Y el Athletic de hoy me hace dudar. ¿A qué juega? Hemos perdido el protagonismo de las dos últimas temporadas y los jugadores saltan al campo a hacerlo lo mejor posible y a esperar que
suene la flauta. Eso es lo que yo veo y de ahí mi preocupación. Y con los jugadores que tenemos es imposible una vía intermedia entre Caparrós y Bielsa. Hay que recuperar el protagonismo, la verticalidad, el sentirse equipo grande. Y de ello se tiene que encargar el entrenador. Bielsa sentó las bases y Ernesto Valverde debe intentar mejorar el legado del maestro argentino. Y el presidente ayudar con algún fichaje invernal. Por cierto, hoy habla Josu Urrutia en rueda de prensa. ¿Por qué?
¿Por qué?. Pues porque el año pasado tuvo un superávit de 35,5 millones y redujo en 4,5 millones el gasto de sueldos de la primera plantilla. Supongo que estará exultante. Y supongo que la prensa también estará contenta. Y que los socios compromisarios estarán tan satisfechos que aclamarán a la directiva en la junta de la próxima semana. El juego del equipo solo te interesa a tí.
ResponderEliminarAyer leí "La Resaca" de Aguirano en El Correo, parecía escrito por Rompecascos. Verdades como puños...
ResponderEliminarCuando echaron a Bielsa se dijo que no se podía seguir así, que los jugadores ya no aguantaban, que el ambiente era malo. Así que en pretemporada todo era positivo. El ambiente era otra vez estupendo, volvieron las bromas en los entrenamientos... Pero claro, con Bielsa, salieran o no las cosas, se jugaba al 110%. La exigencia era máxima, jugaras en Granada o en San Mamés contra el Barca. No había ninguna duda. Se iba a por el contrario y eso exigía dejarse la piel arriba y abajo. Ahora no. Ahora intentamos ser un equipo más equilibrado. Y el resultado es, a veces, ridículo. Pero, eso sí, los jugadores están contentos.
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